lunes, 31 de agosto de 2015

Custer (Carlos Trillo / Jordi Bernet) 1987, Editorial Toutain


Custer suena a cómic del oeste o a una historia basada en el famoso oficial de caballería del Ejército de los Estados Unidos. Nada más lejos de la realidad. Bajo el título de Custer se esconde una magistral distopía, una pequeña obra maestra adelantada a su época firmada por dos genios del universo del cómic: Carlos Trillo y Jordi Bernet.
Custer es el nombre de una sensual mujer cuya vida es grabada las 24 horas del día por una invisible cámara que la persigue incesantemente. Su vida se emite en  horario de máxima audiencia en formato de serie. Custer deambula tristemente por las calles de una decadente ciudad futurista post apocalíptica, con la única compañía de un cassette en el que guarda el audio de los mejores momentos vividos con su desparecido amante Theo. Es su único refugio en un mundo totalmente dehumanizado en el que las personas se acercan a ella sólo para salir en televisión. Sus sentimientos se muestran vilmente manipulados, sin ningún tipo de escrúpulos, para conseguir ser el show televisivo de más éxito en la historia de la televisión. 

En Custer se nos muestra una sociedad nihilista, carente de valores, en los que los espectadores necesitan llenar sus vacías existencias viviendo la vida de otras personas. Gracias al ritmo cinematográfico del guion de Trillo nosotros mismos, como lectores, somos también espectadores de la vida de Custer. Vouyerismo vacuo y morboso, una clara denuncia a los realities extremos...y eso que en 1985, año en el que se publicó Custer,  la cosa no se había desmadrado tanto como hoy en día, dónde los realities más cutres reinan por todo lo alto.  

Edward G. Robinson haciendo un cameo en el reality de más éxito de la TV.

Una sociedad decadente con autopistas y andenes de tren habilitados para el suicidio, científicos que recuperan cuerpos desmembrados de famosos para rehacerlos y guardarlos como un tesoro, grupos de rock que amputan a sus musas en directo para tener más éxito, clubs de fans que secuestran a sus ídolos para evitar que se suiciden...Un futuro realmente desolador con claras referencias a las grandes obras de los mejores autores de la ciencia ficción como George Orwell, Ray Bradbury o Anthony Burgess.

El magistral guion de Trillo está salpicado de su característico humor negro, no exento de gran crítica social y sutiles mensajes que calan hondo. El dibujo de Bernet, tan brillante como siempre, dota a la historia de mucha fuerza con esa estética impecablemente noir que tan bien sabe plasmar. No faltan los guiños directos a los grandes del género, como ese "cameo" de Edward G.Robinson.

Un cómic claramente adelantado a su época que ha quedado un tanto olvidado. Custer merecería más reconocimiento. Es una de esas joyas que reviso cada cierto tiempo y que gana nuevos matices con cada lectura.

Una Custer para mi solito.
Custer vio la luz por primera vez en 1985 en las páginas de la revista Zona84. La edición que poseo es el tomo de editorial Toutain, publicado en 1987. El propio Bernet me lo dedicó en el Saló Del Cómic De Barcelona de 2015. En 2001 fue reeditado por Glénat, con lo que no es muy difícil de encontrar. 

1 comentario :

  1. Fíjate que el comic es una disciplina a la que nunca me he enganchado, creo que empecé a leer libros demasiado joven y el comic se me pasó, y lo siento cada vez que os oigo hablar de alguno de ellos.
    Un saludo.

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