martes, 15 de mayo de 2018

The Muggs - 13/05/2018, Sala Rocksound, Barcelona.


Puede parecer un tópico, pero a The Muggs les encanta tocar en Barcelona. Más concretamente en la sala Rocksound. El idilio entre la banda y dicha sala surgió por culpa de la erupción del volcán islandés en 2010, que obligó a cerrar el transporte aéreo en toda Europa. The Muggs se quedaron unos días atrapados en Barcelona y ¿qué hacer? Pues alojarse todas las noches en la sala Rocksound, inflarse a chupitos (cortesía de Antonio, el co-propietario) y disfrutar de la variada oferta rockera de la sala. No es de extrañar pues que, en cuanto la banda cruza la puerta de la pequeña sala barcelonesa, se encuentren como en casa, pero además de verdad. Y todo ese amor fue correspondido la noche de domingo con una contundente y apasionada descarga en la que el power trio de Detroit se entregó totalmente ante un público fiel y ávido del mejor blues-rock.
Minutos antes de subir al escenario Danny Methric (voz y guitarra),Tony  DeNardo (teclado) y Zach Pliska (que substituye en esta gira al batería original Todd Glass) estaban en la barra, tomándose unas cervezas, charlando con Antonio y con el público que había venido a verles. Parece mentira que estos tres tipos afables y parlanchines, recién salidos de una película de Wes Anderson, se convirtiesen poco despues en un verdadero huracán sobre el escenario.



Sin más dilación empezaron la liturgia rockera con Doc Mode, de su primer disco. Ni un tema más tardaron en mostrar sus respetos hacía Rory Gallagher con dos versiones (Mississippi Shakes y I Take What I Want) a la altura de la leyenda. No en vano Danny lucía una bonita camiseta del añorado guitarrista irlandés.

La sorpresa, para aquellos como yo que no los habíamos visto aún en directo (y eso que aseguraron que esta era la quinta vez en esta sala), fue el sonido del teclado Fender Rhodes de Tony que, conectado a un amplificador y cabezal de bajo, suena realmente como tal. Seguro que más de uno buscó, sin éxito, el instrumento de cuatro cuerdas. Tiene mucho mérito que, a pesar de su minusvalía (Tony sufrió un derrame cerebral en 2001 del que le han quedado evidentes secuelas físicas) haya querido continuar con The Muggs adaptando el bajo al teclado.


Y son, precisamente, las sólidas líneas de bajo de Tony, junto a la impecable batería de Zach, las que permiten que Danny de rienda suelta a sus solos más apasionados: Should’ve Learned My Lesson, el desenfrenado boogie de White Boy Blues o Said & Done son buena muestra de ello…aunque, a decir verdad, cualquier tema hubiese servido de ejemplo ya que Danny es un verdadero torbellino, capaz de extraer las notas más salvajes de su inseparable Gibson.


The Muggs tiene un directo indomable, dignos portadores de ese “sonido Detroit” que consolidaron bandas como MC5 o The Stooges. Never Know Why sonó tremenda, una mezcla entre los solos de Jimmy Page y los riffs de los primeros Black Sabbath para pasar luego, como quien no quiere la cosa, a marcarse un espectacular Something Inside Me de Elmore James que sonó a gloria, a delicioso blues pantanoso.
La animada Get It On dio paso a otra versión, esta vez de sus adorados Beatles, una asilvestrada Yer Blues que sonó de maravilla.


Con una extensa Rattlesnake Shake (de los Fleetwood Mac, época Peter Green) y un inspiradísimo Danny que parecía a punto de caer extenuado en cualquier momento, finalizaron dos horas de puro rock, con un público insaciable que aún pedía más. Buena señal.
The uggliest band in the world, cómo ellos mismos se presentan, prometieron volver pronto con nuevo disco bajo el brazo. Seguro que Rocksound será para obligada.Para muchos de nosotros también.

No hay comentarios :

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...