Una de las características del Cruïlla es, sin duda, su eclecticismo musical ofreciendo un amplio abanico de diferentes géneros musicales. Aunque el rock no sea una de sus prioridades, siempre se descuelgan con algún reclamo rockero. Sin duda el del año pasado para mí fue un pletórico Robert Plant, un verdadero lujo de concierto. Este año la incursión de Ryan Adams y Little Steven fueron excusa suficiente para dejarme caer por el Parc del Fòrum y vivir una jornada de buena música y en mejor compañía.
Esto es lo que dio de sí un día en el Cruïlla Barcelona 2017.