Esto es lo que dio de sí mi día de sábado en el Rockfest:
Dirkschneider
DIRKSCHNEIDER |
A Ñu y Sodom (brutal versión del Iron Fist de Motörhead que se marcaron) los escuché desde la distancia mientras intentaba comer
alguna cosa y coger fuerzas para una larga tarde. Me acerqué un rato a ver a Gotthard y su hard rock melódico impecablemente ejecutado. No los tengo muy
controlados y tampoco me apasionaron excesivamente, pero se ha de reconocer que
suenan bien. Especialmente emotivo fue el tema Heaven dedicado al fallecido vocalista Steve Lee. Sus fans, que no eran pocos, parecieron disfrutar mucho
del concierto así que misión cumplida.
GOTTHARD |
CARCASS |
Blue Oÿster Cult
Oportunidad de
oro pues para poder disfrutar de una banda muy difícil de ver por aquí (creo que
esta era la primera vez en España o, por lo menos, en Barcelona). Acompañados
de una breve lluvia salieron al escenario como quien no quiere la cosa, y
arrancaron con Transmaniacon MB
de su primer y lejano debut. Los legendarios Eric Bloom y Buck Dharma,
únicos supervivientes de la formación original, nos deleitaron con sus juegos
de voces en canciones de melodías exquisitas.
La lluvia cesó y la elegancia se apoderó del escenario con la delicada y
melancólica Then Came The Last Days Of
May.
Puede que no sean
la banda más glamurosa del mundo, ni los más animados sobre un escenario, pero
cuando suenan temazos como Golden Age Of
Leather, Burnin’ For You, Tattoo Vampire, Godzilla o los primeros acordes de Don't Fear (The Reaper) el mundo se para. Porque si una cosa tienen BOC son grandes temas. Un concierto
breve pero intenso. Toda una demostración de clase y maestría. Ojala tengamos
la oportunidad de ver un concierto entero de ellos en un futuro no muy lejano.
Emperor
Tras la actuación clásica de BOC cambio de tercio con el Black Metal noruego de Emperor. Los noruegos eran una de las bandas más esperadas del festival, sobretodo porque era la primera vez que tocaban en Barcelona. No soy seguidor de este tipo de metal pero se ha de reconocer que sonaron demoledores y técnicamente impecables. La gente que esperaba con gran expectación su actuación aseguran que dieron un bolazo y no seré yo quien se lo discuta.
Deep Purple
23 años hace ya
desde la última vez que vi a Deep Purple
en directo, presentando The Battle Rages On. La verdad es que, tras ese disco, no los he seguido demasiado y
seguramente no iría a uno de sus conciertos, pero si te lo encuentras en un
festival, indudablemente no me los podía perder. Era una buena ocasión para
comprobar, quizás por última vez, como funciona en directo una de las más bandas
más emblemáticas de la historia de la música aún en activo.
El concierto arrancó
un tanto frío con Time For Bedlam,
de su último disco. Ian Gillan cuenta
con 72 años y ya hace mucho tiempo que su voz no es la que era. Eso la sabe
todo el mundo, la banda también, así que tanto el set list como los músicos se ajustaron a las actuales capacidades
vocales de Gillan. Eso no debería
suponer ningún problema, pero la magia no
acababa de apoderarse de la banda. A pesar de atacar grandes clásicos como Fireball, Strange Kind Of Woman o Bloodsucker
la primera parte del concierto resultó un tanto desangelada. La inclusión de temas
nuevos como Bird Of Pray o Johnny's Band y los excesivos solos
instrumentales (sin duda para dejar descansar a Gillan) tampoco ayudaban a levantar un concierto que, por momentos,
resultó aburrido.
Afortunadamente hacia
la recta final metieron la directa consiguiendo que la púrpura
profunda casi brillase como en los viejos tiempos gracias a Perfect Strangers, un enorme Space Trucking y la manida pero
efectiva Smoke On The Water. Hush y Black Night finalizaron un concierto que fue de menos a más.
Lo más
destacable de los actuales Purple
son sin duda un inconmensurable y elegante Steve
Morse a la guitarra (alguien se acuerda de Blackmore? Sacrilegio!!) y un Don
Airey a la altura de todo un Jon
Lord. Ian Paice y Roger Glover siguen formando una indisoluble
base rítmica fuera de toda duda… y Lazy
continua siendo un temazo que en directo funciona de maravilla, con solo de armónica
de Gillan incluido.
Al final consiguieron
salvar los trastos y dejarme con un buen sabor de boca.
Rosendo
Tras Deep Purple todo estaba preparado para
recibir a Rosendo. Como el mismo
dijo "estoy acojonado por tener que
tocar entre dos monstruos, pero lo haremos lo mejor que podamos"...y
así fue. Y mira que no lo tenía nada fácil entre Purple y Alice Cooper.
Rosendo te puede gustar más o menos, o nada, pero lo que está claro es que es
un tipo auténtico y siempre está ahí, al pie del cañón. Sin grandes artificios
ni fuegos artificiales (ni falta que le hace) salió con su rock callejero y
canalla y convenció a todo el mundo. Nada mejor que cantar himnos como Flojos de Pantalón, Qué Desilusión o Maneras De
Vivir con los colegas birra en mano. Si es que siempre nos quedará Rosendo.
Alice Cooper
Esta es la quinta
vez que veo a Alice Cooper y creo
que ha sido la mejor de todas. Si antes comentaba que faltó magia en Deep Purple, pues Alice se la robó toda. Porque lo del concierto de Alice en el RockFest fue pura magia. Da igual que me sepa todos sus números de vodevil de memoria, siempre disfruto
como un niño y más cuando todo suena tan bien y tan compacto como la noche del
sábado.
Poco antes del
inicio del concierto los enormes e inquietantes ojos de Alice nos observaban mientras los músicos se preparaban. Pude ver a
un escurridizo Joe Perry colocarse estratégicamente
en un lateral del escenario para disfrutar del espectáculo. Al caer el telón se
desató la locura con Brutal Planet.
Pero el despegué definitivo llegó con los dos siguientes temas: Under My Wheels y No More Mr. Nice Guy.
Alice Cooper en un estado de forma envidiable, luciendo
modelitos diferentes en cada canción y respaldado por una banda impecable. Destacó
sobre manera el nuevo fichaje a la guitarra, la joven Nita Strauss. Esta chica es un verdadero huracán que se llevó una
de las mayores ovaciones por parte del público tras alguna que otra magistral
demostración a las seis cuerdas.
Con The Ballad of Dwight Fry empezaba el
teatro con Alice Cooper en camisa de
fuerza y maltratado por la malvada enfermera. No faltaron ni la guillotina ni la
cabeza de Alice Cooper en manos de sus verdugos, ni el enorme Frankenstein en Feed My
Frankenstein, ni los billetes en Billion
Dollar Babies...sí, los números de siempre, pero cuando hay pasión y
entrega todo funciona a la perfección. El espectáculo visual se amenizó a ritmo
de Welcome To My Nightmare, Only Women Bleed, Poison o I’m Eighteen.
Joe Perry |
Joe Perry se sumó al fin de fiesta para tocar la guitarra
en el School's Out mezclado con Another Brick In The Wall Pt.2 de Pink Floyd. Confetis y globos para
finalizar lo que fue un verdadero circo
del Rock'n'Roll. Sin duda uno de los
grandes (si no el gran) triunfadores de esta edición de Rockfest.
Saxon
Difícil lo tenían
los incombustibles Saxon para
superar el espectáculo de Mr. Furnier.
Pero Biff Byford y los
suyos son unos de los mayores
currantes del Heavy Metal y estuvieron
a la altura de lo esperado, con una actuación sin fisuras.
Saxon son toda una institución que siempre han sido un valor segur en directo.
Su set list a prueba de bombas es ideal
para triunfar en festivales de estas características: Crusader. Power & The
Glory, Motorcycle Man, Solid Ball Of Rock, Heavy Metal Thunder, Wheels Of Steel…casi nada!! ...Y encima
sacaron la mítica águila luminosa en The
Eagle Has Landed!!
El broche de oro perfecto para finalizar una jornada de rock memorable.
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