Recuerdo
perfectamente el momento en que me compré el Lovehunter de Whitesnake.
Era un sábado por la tarde, en la monumental y efímera Virgin Megastore de Barcelona, a mediados de
los años 90s. Hasta ese momento sólo conocía el homónimo disco de la banda (más
conocido cómo 1987) y
tenía clasificados a Whitesnake como
una banda Heavy de
pelos encrespados, pero con un cantante de gran carisma y personalidad.
Gracias
al ridículo precio y a la explicita portada de Lovehunter no pude resistirme y me lo llevé a casa. Cuando
empezaron a sonar las primeras notas de la melancólica Long Way From Home no había ni rastro de guitarras estridentes, ni
de estratosféricos y forzados gritos agudos, ni de pomposas producciones…sólo una colección
temas de puro hard rock, con pinceladas blues y mucha calidad.
Precisamente la portada no estuvo exenta de polémica. Su autor, el dibujante chipriota Chris Achilleos, ya había estado anteriormente en el punto de mira de varios grupos religiosos por sus ilustraciones de carácter erótico. Con la ilustración de Lovehunter lo tacharon directamente de satánico, depravado y zoófilo, consiguiendo que se prohibiese o censurase la portada en varios países. La polémica y los problemas que le acarrearon a Achilleos fueron tales que no volvió a trabajar para ninguna banda de rock hasta 2003.
En
Lovehunter, el segundo disco de la
banda, David Coverdale contaba
con un grupo de verdaderos musicazos encabezados por Micky Moody y Bernie Marsden a
las guitarras, sin duda alguna la mejor dupla de guitarras que nunca ha tenido Whitesnake. Jon Lord a
los teclados, Neil Murray al
bajo y Dave Dowle a
la batería conformaban una de las bandas más sólidas de la época. Tras la
marcha de Dowle, Coverdale reclutó
a todo un Ian Paice, con lo
que Whitesnake contaba con tres ex miembros de Deep Purple en sus filas. Casi
nada.
Con
una banda así y bajo la producción del reputado Martin Birch, Whitesnake
no podían continuar siendo ignorados por el gran público. Trouble, el
primer disco de la banda, pasó casi desapercibido (cómo también lo hicieron los
dos recomendables trabajos en solitario de David
Coverdale: White Snake, 1977 y Northwinds, 1978) pero con Lovehunter consiguieron colar unos
cuantos temas en las listas de éxitos y aumentaron considerablemente su base de
fans.
En
este segundo disco Whitesnake se
estaban convirtiendo en una banda muy sólida. Prueba de ello es el tema que da
nombre al disco, cuyo protagonista absoluto (por encima incluso de la sensual
voz de Coverdale) es Micky Moody con su clásico slide de guitarra. El tema se convirtió en uno de los
puntos álgidos de los conciertos de la banda con Micky Moody haciendo partícipe al público con su magistral lección
de slide. Siempre he considerado a Moody como un guitarrista un tanto infravalorado.
Otra
prueba de que Whitesnake no era tan
solo la banda de un famoso frontman
es la voluntad de Coverdale de
compartir la voz principal con Bernie
Marsden en Outlaw, uno de mis temas preferidos y que inspiró el nombre de mi
blog. De hecho, ya en el primer disco, Marsden
se había encargado de la voz principal en la canción Free Flight
Walking In The Shadow Of The Blues
se convirtió rápidamente en otro de los himnos de la banda. Toda una
declaración de principios, con
tintes autobiográficos, en la que Coverdale
relata su devoción por el blues. Otro
de los temas más bluesy del disco es
la balada Help Me Throu The day.
La representación más rockera la encontramos en You’N’Me, Mean Business y Rock’N’Roll Women. Todos ellos temas que definían perfectamente el sonido y filosofía de la banda: mujeres, fiesta y rock’n’roll. Mención aparte merece Medicine Man con un Coverdale llevando al máximo sus artes seductoras, un verdadero doctor del amor, con una de esas letras tan profundas marca de la casa: “When you need it deep inside / You've got your witch doctor / To keep you satisfied”. De nuevo Micky
Moody saca a pasear su slide con un riff que es oro puro.
La representación más rockera la encontramos en You’N’Me, Mean Business y Rock’N’Roll Women. Todos ellos temas que definían perfectamente el sonido y filosofía de la banda: mujeres, fiesta y rock’n’roll. Mención aparte merece Medicine Man con un Coverdale llevando al máximo sus artes seductoras, un verdadero doctor del amor, con una de esas letras tan profundas marca de la casa: “When you need it deep inside / You've got your witch doctor / To keep you satisfied”.
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