Tal día como
hoy de 2008 Royal Crown Revue
tocaban en Barcelona.
La reducida
Razzmatzz 3 no estaba del todo llena y, mientras tomábamos la cerveza de rigor
previa a la actuación, apareció el bueno de Eddie Nichols paseándose entre el público, como el que más. Bueno,
en realidad no como el que más, ya que la clase y el savoir-faire que desprende este hombre hacen que, aunque no quiera,
destaque entre la multitud. Un tipo que parece salido de un film noir de los años 40, pero sin
ningún tipo de pretensión, y es que Eddie
vive ese look las 24 horas al día, y eso se nota, tanto sobre los escenarios
como fuera.
Eddie es el perfecto maestro de ceremonias,
con un estilo a lo crooner old school,
dirige a una verdadera big band de
lujo compuesta por Mando Dorame
al saxo tenor, Daniel Glass a la
batería, Scott Steen a la trompeta, Mark Cally a la guitarra, Jim Jedekin al saxo alto y barítono y Dave Miller al contrabajo.
Sonaron muchos temas de The Contender, como Walking Like Brando (todo un homenaje al gran Marlon Brando, como no podía ser menos), la instrumental y divertida Salt Peanuts o Stormy Weather, que le alegra el día a cualquiera. También sonaron otras versiones como Mack The Knife o Solitary Man de Neil Diamond, todo ello amenizado con las anécdotas que Eddie Nichols nos iba contando entre canción y canción (como por ejemplo cómo fue la colaboración de Joe Bishop en Kill Bill de Tarantino).
No faltó el solo de batería donde Daniel Glass se levantaba y seguía el ritmo picando con sus baquetas todo lo que encontrase por el escenario, contrabajo incluido
Sonaron muchos temas de The Contender, como Walking Like Brando (todo un homenaje al gran Marlon Brando, como no podía ser menos), la instrumental y divertida Salt Peanuts o Stormy Weather, que le alegra el día a cualquiera. También sonaron otras versiones como Mack The Knife o Solitary Man de Neil Diamond, todo ello amenizado con las anécdotas que Eddie Nichols nos iba contando entre canción y canción (como por ejemplo cómo fue la colaboración de Joe Bishop en Kill Bill de Tarantino).
No faltó el solo de batería donde Daniel Glass se levantaba y seguía el ritmo picando con sus baquetas todo lo que encontrase por el escenario, contrabajo incluido
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