Todo y que he leído casi todas las obras de Guy Delisle publicadas
por Astiberri, fue en la última Fira Del Cómic de Barcelona donde
me topé con este Shenzhen. Como todo lo que he leído de Delisle me ha parecido muy entretenido,
decidí adquirirlo para completar sus aventuras por el Mundo.
Guy Delisle es un dibujante canadiense que ha trabajado
sobre todo en el mundo de la animación. Sus experiencias como supervisor de
animación en Asia le empujaron a
relatar sus aventuras y desventuras en dos álbumes autobiográficos: Shenzhen (2001)
y Pyongyang (2003).
Este Shenzhen, publicado en castellano por Astiberri en 2006, explica sus vivencias durante un mes en el sur de China. Cuatro semanas en las que Guy vive sin apenas comunicarse con nadie, principalmente por la barrera idiomática. La intérprete asignada será el único vínculo de unión entre él y el curioso equipo de animadores a los que tiene que supervisar.
Como suele ser habitual en las andaduras de Delisle éste se encontrará envuelto en todo tipo de malentendidos y
extrañas situaciones que sirven para intentar explicar las costumbres del país
en el que se encuentra. Situaciones algunas veces divertidas y otras
extrañamente bizarras, pero siempre muy bien resueltas gracias a la ágil
narración de Delisle.
En este Shenzhen el ritmo es
algo lento y, en ocasiones, no sucede nada muy destacable. Parece ser que la
estancia de Delisle fue más aburrida
de lo habitual, lo que no le impidió realizar un álbum con sus hazañas
cotidianas.
En posteriores álbumes, donde Guy
Delisle también narra sus historias cotidianas acompañando a su mujer (miembro
de Médico Sin Fronteras) a diferentes
destinos como Pyongyang o Rangún, las situaciones que vive son mucho
más divertidas y excéntricas. También se debe a que en este Shenzhen Delisle viaja sólo y apenas tiene contacto con otros personajes
cosa que en Crónicas Birmanas o Pyongyang no sucede ya que, aparte de
con su mujer e hijo, Delisle
interacciona con muchos otras personas del país.
Shenzhen es, bajo mi punto de vista, un álbum introductorio para una de las mejores obras de Delisle: Pyongyang.
Si tenéis pensado leeros este Shenzhen y no habéis leído Pyongyang os recomiendo la lectura de ambos, pero Shanzhen como entrante y Pyongyang como plato fuerte.
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