Glenn Hughes & Chad Smith. 04 de octubre de 2005. Sala Bikini, Barcelona.

Tal día como hoy de 2005 Glenn Hughes junto a Chad Smith tocaban en Barcelona.

Resulta increíble que con todo lo que Hughes se ha metido en su cuerpo esté en un estado físico y mental tan bueno. Para nada parece un tipo de 53 años. Irradia una vitalidad y optimismo contagiosos. 

Si habéis tenido la oportunidad de leer su autobiografía ya sabréis que Hughes está especialmente orgulloso de haber podido vencer definitivamente sus adicciones y, como si de una llamada divina se tratarse, se ha propuesto recuperar el tiempo perdido y compartir su don con todos los mortales que nos acerquemos a él.

Tras la publicación de uno de sus mejores discos en solitario, Soul Mover, se presentaba en Barcelona con un invitado a la batería de lujo: Chad Smith. Chad había dejado momentáneamente a los aburguesados e insípidos RHCP (quien lo iba a decir cuando publicaron el brillante Blood Sugar Sex Magic, un verdadero regalo de funk-rock celestial) para acompañar a su colega Hughes en este tour. La pegada de Chad es inconfundible y le da a las canciones ese groove funky que tanto agrada a Hughes.

El resto de banda lo complementaban el elegante J.J.Marsh a las guitarras y Kjelle Haraldson a los teclados, ambos músicos contratados por el propio Hughes cuando los vio tocando en un grupo de covers de Deep Purple  en Estocolmo.

 

Foto extraída de la web The Metal Circus.

El concierto fue brillante, toda una demostración de buen hacer sobre un escenario. El repertorio de lujo, alternando temas de su carrera en solitario con temas de Deep Purple y de sus seminales Trapeze. 
Uno de los momentos más emotivos de la noche fue la interpretación de Mistreated. Increíble, no hay palabras para describir las sensaciones que Hughes transmite con su voz, especialmente en este tema de Purple. Hay que estar allí para poder experimentarlo.

Hughes también aprovechó la presencia de Chad para tocar la versión de Higher Ground de Stevie Wonder que los Peppers incluyeron en su magnífico Mother's Milk. Con la pegada de Chad y la voz negroide de Hughes aquello parecía un concierto de la Motown.

Una de las sorpresas de la noche fue el Soul Away de Deep Purple, un tema fantástico que no esperaba oír en directo.

El concierto se cerró con una incendiaria y esperada versión Burn, con toda la sala coreando el tema.

Una noche fantástica con un Glenn Hughes que venía de cancelar su concierto en Madrid de la noche anterior por serios problemas respiratorios. Parece ser que Glenn no estaba del todo recuperado así que no quiero ni imaginar cómo hubiese sido el concierto si Hughes hubiese estado al 100%.

Aquí tenéis la crónica aparecida en la revista Rock Popular 1 en su día:

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