Graham Bonnet - Sala Bikini, Barcelona 13/11/2014

En el pasado Bonnet estuvo un par de veces en el sitio y momento adecuados grabando algunos discos imprescindibles junto a Rainbow, MSG y sus fugaces e influyentes Alcatrazz. Por diferentes motivos nunca fue constante en los diferentes proyectos y su carrera ha sido muy irregular.

Ésta era la primera vez que veía a Graham Bonnet en directo. Tenía cierta curiosidad y muchas ganas de oír algunos de los temas clásicos en los que Bonnet dejó su impronta. Desafortunadamente la noche no fue, ni de lejos, lo que esperaba ver. 

Siempre que pienso en Graham Bonnet me viene a la cabeza alguno de esos actores secundarios de lujo que nunca tienen un papel principal pero, cuando aparecen en pantalla, siempre brillan por derecho propio.

Símiles cinematográficos aparte, lo que vi anoche en la sala Bikini poco tiene que ver con el Graham Bonnet que yo tenía mitificado.

El estado físico de Graham Bonnet es más que decente a sus 67 años pero su voz, a día de hoy, no es ni la sombra de la potente voz que grabó aquellos magníficos discos. 

La noche fue un cúmulo de despropósitos. Para empezar el anuncio de la gira como Catch The Rainbow para celebrar los 35 años del disco Down To Earth cuando de concierto celebración del disco poca cosa. Para seguir la formación del grupo con su pareja actual Beth-Ami al bajo y coros ,más preocupada de lucir tipito que de tocar, no le hace ningún bien. Cuando el 90% de las miradas y comentarios entre el publico se las llevaba ella, más que nada por enseñar carnes, por encima de Bonnet mal va la cosa. 

Bonnet salió a escena, elegante como siempre, y con sus sempiternas gafas de sol. El concierto empezó con All Night Long con un sonido decente, pero con la voz apenas audible de Bonnet, cosa que no se arregló en toda la noche. El problema principal es que Bonnet apenas lograba, no sin esfuerzo y entrega, un hilo de voz. Suplía las carencias vocales con su buen humor y carisma y, sobretodo, apoyado por unos temas infalibles como Making Love o Nightgames (única concesión a Line-Up de 1981, su mejor disco en solitario). También tiraba mucho de dejar corear a la gente, para así poder ir descansando entre estrofa y estrofa.

Tras Nightgames el concierto se empezó a torcer con una correcta versión de The Beatles (I Always Be There) y con un nuevo e imprescindible tema, The Mirror Lies, que un emocionado Bonnet dedicó a su hermano recientemente muerto.

Apenas habían pasado 45 minutos de concierto y Bonnet, junto a su pareja Beth-Ami, se ausentaron del escenario dejando paso a un innecesario y cansino solo de guitarra de Conrado Pesinato. Pesinato demostró ser un guitarra muy solvente pero el solo no aportó nada, únicamente romper el ritmo del concierto.

Cuando Bonnet volvió a salir a escena nos obsequió con algunos monólogos más y,

acústica en mano, tocaron el Only One Woman de The Bee Gees (primer single de sus Marbles), que dedicó a su primo también muerto. ¿Versiones de The Beatles, Bee Gees y temas nuevos? Ningún problema si los hubiese combinado con las canciones que todos habíamos ido a escuchar y disfrutar. Pero no fue así.

Los agradecimientos eternos a Blackmore y a Rainbow dieron paso a uno de los mejores momentos de la noche con Since You've Been Gone. Tras este tema y tras apenas una hora de concierto, Bonnet se despidió de todos abandonado el escenario cuando no hacia ni diez minutos que había vuelto.

Salieron para tocar un celebrado Lost In Hollywood y Bonnet explicó que el batería actual lleva tres días en el grupo y que apenas habían podido ensayar. Ésta era la excusa para el escaso y extraño repertorio de la noche. Preguntaron qué canción de las que ya habían tocado queríamos oír de nuevo y así fue como repitieron All Night Long para cerrar esta extraña actuación. 

Regusto amargo por no saber bien bien qué había presenciado esa noche. Un Graham Bonnet francamente en decadencia, con una banda que no le hace justicia y con un set-list de verdadera risa. Ni sombra de su paso por MSG o Alcatrazz.

Bonnet prometió volver de nuevo con más temas ensayados para poder ofrecernos un repertorio en condiciones, pero dudo que le vuelva a dar una nueva oportunidad.

Aquí os dejo la crónica que hizo Cesar Martin para Popular1: