viernes, 10 de abril de 2015

Alice In Chains "The Devil Put Dinosaurs In Here" (2013)


Tras la muerte del añorado Laney Staney en 2002, Alice In Chains cesaron totalmente su actividad. Aunque oficialmente nunca llegaron a anunciar su disolución, muchos dábamos por sentando que el grupo ya no continuaría en activo. Históricamente se ha demostrado que nunca ha sido fácil substituir al frontman de un grupo, y menos cuando se ha llegado a alcanzar el status de ser una de las bandas más famosas de los 90s.

Si además el cantante es una figura tan controvertida y de fuerte personalidad como lo era Staney, la tarea se convierte en prácticamente imposible.
Por eso, cuando en 2009 Alice In Chains volvieron con un nuevo disco (Black Gives Away To Blue) y un nuevo cantante (William DuVall) la reacción de muchos fans fue, cuanto menos, de escepticismo.

El disco de retorno resultó ser un gran disco. No sólo mantenía intacto el sonido del grupo, con sus inconfundibles y melancólicas dobles voces, sino que la tristeza, tan típica en las letras de Staney, también estaba presentes en todo momento.
Lejos de sonar forzada la voz de DuVall se ajusta perfectamente a la de Cantrell, sin pretender en ningún momento ser un simple imitador de Laney. Duvall aprueba holgadamente el reto de suplir con franqueza, a nivel musical, a uno de los íconos de los 90. Y eso no es nada fácil.

La decisión de cubrir la bacante de Staney siempre ha sido criticada por muchas fans e incluso por el también fallecido Mike Starr (bajista de la formación original) quien estaba abiertamente en contra, tal y como declaró en el año 2009: "Layne es Alice. El grupo debería llamarse La banda de Jerry Cantrell con artistas invitados".


A pesar de las críticas Cantrell se reafirma cada vez más en su proyecto y éste The Devil Put Dinosaurs Here es una nueva muestra. El disco adolece de una cierta linealidad que, tras algunas escuchas, se diluye. Sin llegar a la brillantez de su anterior disco sí que resulta un muy buen trabajo que contiene todos los ingredientes característicos del grupo: letras oscuras y deprimentes, dobles voces y guitarras densas.

El mastodóntico riff de Hollow da inicio al disco y define bien el patrón a seguir en los siguientes temas: guitarras densas, atmósfera claustrofóbicas y las envolventes dobles voces.

Jerry Cantrell sigue demostrando que siempre ha sido la parte más importante en la composición de AIC. Si Laney era el corazón, Cantrell es el cerebro y, como tal, continúa llevando el peso principal de las composiciones.


Stone empieza con una base rítmica demoledora liderada por el potente bajo de Mike Inez y la contundente batería de Sean Kinney, para dejar paso al riff mastodóntico de Cantrell. Las guitarras aúllan pidiendo ayuda, como los desesperados protagonistas del videoclip. Cantrell, inspiradísimo en el solo, es capaz de llegarte a lo más hondo con tan solo cuatro notas bien puestas.

En Voices las melodías de voz son brillantes, con cierto halo de esperanza, que desembocan en un gran estribillo. Sin duda uno de los mejores temas del disco junto a Stone.

Los momentos más heavys del disco se encuentran en Lab Monkey (tema denso y oscuro), Low Celling (con un riff inicial que es puro Black Sabbath ) o Phantom Limb con un riff de entrada que invita al air guitar. Ésta última de lírica angustiosa y desesperadamente dolorosa, como si a Cantrell se le hubiese parecido el fantasma atormentado de Laney y le hubiese dictado el texto. Es el único tema firmado por toda la banda al completo y demuestra que la química funciona.

Breath On A Window basa el tema en un riff circular, tan típico de Cantrell, que nos sumerge en una especie de trance hipnótico.


The Devil Put Dinosaurs Here es otro tema de cadencia pesada, de riffs densos y envolventes, donde los guturales sonidos de guitarra parecen imitar los ecos de los gruñidos de los mismísimos dinosaurios
Choke cierra el disco con unas melancólicas acústicas y, de nuevo, unas deliciosas dobles voces y un bonito estribillo de cierto aire esperanzador.

El título del álbum, se refiere a una creencia sostenida por algunos individuos religiosos que, para confundir a las masas, el mismísimo Satanás plantó huesos de dinosaurios profundamente en la tierra para disuadir a los fieles.

Esta edición consta de cuatro picture discs con fundas naranjas transparentes que, a modo de esteganografía, descubren los cráneos de triceratopos cuando se enfundan.

Esta segunda entrega tras su resurrección es un disco poco arriesgado, cierto, pero que viene a demostrar que AIC es, de nuevo, un proyecto bien sólido y de largo recorrido.


1 comentario :

  1. Reconozco que no les hice demasiado caso tras la muerte de Laney, de hecho les ignore en el BBK Live de 2010 (creo).
    Aunque no arriesguen lo que vale son los buenos discos, a lo mejor es el momento de retomar a los nuevos AIC.
    Abrazo.

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