Pokey LaFarge - lead vocals, guitar.
Adam Hoskins - guitar.
Joey Glynn - upright bass.
Ryan Koenig - harmonica, washboard, banjo.
TJ Muller - cornet, trombone.
Chloe Feoranzo - clarinet, saxophone.
Matthew Meyer - Drums.
Adam Hoskins - guitar.
Joey Glynn - upright bass.
Ryan Koenig - harmonica, washboard, banjo.
TJ Muller - cornet, trombone.
Chloe Feoranzo - clarinet, saxophone.
Matthew Meyer - Drums.
Se
apagan las luces, entran los músicos y suena Knockin'
The Dust Off The Rust Belt Tonight. La fiesta empieza.Una verdadera jazz band sonando de maravilla. En los minutos
que dura el tema cada músico tiene tiempo de lucirse a modo de presentación.
Queda claro, ya con el primer tema, que asistiremos a un gran concierto.
Pokey y su banda tienen el poder de dibujar una sonrisa entre los asistentes. Imposible no dejar de seguir el ritmo con los pies al son de canciones como Close The Door, Something In The Water, Bowlegged Woman, La La Blues, Wanna Be Your Man, Devil Ain’t Lazy o Central Time. Evidentemente, dado que tocaba en Barcelona, no podía faltar la folclórica Goodbye, Barcelona. Canciones, todas ellas de cautivadores sonidos, de esas que evocan tiempos pretéritos.
Pokey es un tipo con mucho talento y carisma, un verdadero showman que alarga las canciones a su antojo, sin
dejar de bromear y hacer partícipe al público durante toda la noche. Pero ni su
carisma pudo (ni quiso, por supuesto) hacer sombra a unos músicos brillantes
que le robaron el protagonismo en más de una ocasión. Especialmente el
multi-instrumentista Ryan Koenig, una verdadera máquina a la armónica, que compaginaba con el banjo e incluso con la washboard. Los vientos de T.J. Muller (trompeta y ocasionalmente al banjo también) y Chloe Feoranzo (clarinete, saxofón) confieren un
divertido toque dixeland a los temas.
Adam
Hoskins estuvo
también brillante a la guitarra, ya sea con delicados pasajes o con endiablados solos
de aires manouches.
Como gran conocedor de la música de raíces americanas, Pokey aderezó el repertorio con alguna versión, como esa encantadora Carmelita de Warren Zevo. Pokey transmite perfectamente la pasión que siente por esa música que tanto ama.
Pokey ha declarado en alguna entrevista que él siempre
busca algo crudo y honesto, con melodía, ritmo e historia. A juzgar por el
maravilloso concierto que ofreció el jueves en Barcelona, sin duda, lo ha
encontrado.
Si, a
todo ello, le sumamos una soberbia y elegante puesta en escena, el resultado es
una experiencia casi cinematográfica. Si no fuera por el resplandor de los
móviles de entre la audiencia, el Music
Hall podría haber sido
perfectamente un garito de la década de los años 40.
Me encanta Pokey y toca hoy en Bilbao, pero me niego a verlo en un festival del tipo BIME, al final será medio bolo y en un entorno raro, no me apetece y me jode un huevo, también me pierdo por esta razón a Sally Ford, otra vez será.
ResponderEliminarMe alegro de que disfrutases el concierto.
Saludos.