Madness es uno de esos
grupos que algunos consideran una mera broma, unos payasos con algunas
canciones simpáticas. Pero seguro que más de uno de los que se mofan de ellos
se ha dejado llevar por el frenético ritmo de One Step Beyond, toda una oda a la fiesta y al buen rollo,
irresistible desde el inicio hasta la última nota.
Madness surgieron en Camden, Londres, a finales de los 70s, en un contexto social en que la
juventud inglesa estaba fuertemente castigada por el paro y harta de símbolos
tan sagrados como la monarquía. Un caldo de cultivo ideal para que surgiesen
movimientos artísticos cargados de gran crítica social como el punk o el revival del ska. Madness llegaron a ser muy conocidos en Inglaterra, colando un buen
puñado de buenos singles en las listas. Gracias a su mezcla de ritmos
africanos, pop y buen rollo consiguieron
que el Second Wave Of Ska fuese un
género que llegase a las grandes masas.
El tema que da nombre
al disco, One Step Beyond, es una
versión del músico jamaicano Prince
Buster, una de las máximas figuras del rocksteady
y el ska. Suggs inicia el tema con esa famosísima intro "Hey you, don't
watch that, watch this!!" para dar paso a un tema completamente
instrumental, con ese enloquecido saxo induciéndonos a la locura total.
Madness le rinden también
tributo a Buster dedicándole la
divertida The Prince, quinto tema
del disco. Toda una declaración de amor por este músico jamaicano convertido al
Islam.
La canción Madness, que no aparece en los créditos
de la solapa del disco (pero si aparece en la etiqueta del vinilo) es otra versión, mucho
más acelerada, de un tema de Prince
Buston. La admiración de Madness
es tal por este hombre que el nombre de la banda también lo toman de ese tema suyo. Nombre que, por
cierto, les va como anillo al dedo porque si algo son Madness es una completa locura, sobretodo en sus divertidos
conciertos.
A lo largo del álbum
encontramos un buen puñado de canciones con melodías muy pop como es el caso de la encantadora My Girl, Bed & Breakfast,
Swan Lake (una interpretación muy
libre de Tchaikovsky), Believe Me o Razor Blade Alley. Todas ellos con unas melodías frescas y
pegadizas respaldadas por unos alocados saxos a cargo de Lee "Kix" Thomson y por los elegantes teclados de Mike Barson. Con razón se mantuvieron
en el puesto número 2 durante 78 semanas de las listas de éxitos británicas.
Los ritmos más ska están representados por One Step Beyond, Night Boat To Cairo, Tarzan´s
Nuts (con unas adictivas melodías de piano) o la versión de Madness.
El álbum lo cierran
con la absurda Chimpunks Are Go!, una
demostración más del buen humor de estos alocados chicos de Camden.
Conocí a Madness gracias a sus actuaciones en
los episodios de The Young Ones, sin
duda una de las mejores series británicas de todos los tiempos. De aquellos
cameos me llamaban la atención, sobre todo, los histriónicos y robotizados
bailes del cantante Suggs. Genial,
todo un personaje. De hecho todos son unos personajes. No hace falta más que
ver la icónica foto de la portada de este primer disco para darse cuenta de que
humor no les falta.
Un disco que no ha perdido un ápice de su originalidad a pesar de haberse publicado hace más de 35 años. Un vodevil de sonoridades donde tienen cabida el brit-pop de los 60s, el ska, el rocksteady…una verdadera fiesta para el oyente. Diversión asegurada a lo largo de todo el disco, una encantadora locura.
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