Pocas sensaciones pueden compararse a lo que sientes
cuando vas a ver una de las bandas de tu vida y, de antemano, sabes que
probablemente será una gran velada. Volver a ver a Mr.Big (16 años tenía
cuando los vi por primera vez teloneando a Aerosmith) era, por muchas
razones, algo muy especial. Los Angelinos, una vez más, demostraron seguir
teniendo mucha clase y un gusto exquisito por las cosas bien hechas. Además de
venir muy bien acompañados de la mano de Faster Pussycat y The Answer
Faster Pussycat
La noche la encendieron los icónicos Faster Pussycat
en una hora poco habitual, 18:45h, debido a que el concierto coincidía con la
actuación de H.E.A.T, que actuaban en la sala 2 de Razzmatazz, justo
después de acabar el show de Mr.Big. Es de agradecer que se organizaran
los horarios para que se respetase a los cuatro grupos.
Faster Pussycat. Foto de @feliphone |
The Answer
El segundo turno de la noche fue para los norirlandeses
The Answer quienes, a pesar de no transmitir la misma energía de sus
discos, de nuevo demostraron ser una gran banda de directo.
Quizá Cormac Neeson no necesita cantar cómo en
sus inicios, pero sigue demostrando tener una voz a la que pocos cantantes
pueden llegar hoy en día. Sabe y busca la complicidad del público y juega con
éste en los momentos adecuados, muy bien arropado por la guitarra de Paul
Mahon, Mickey Waters al bajo, y James Heatley a la batería.
Temas como Solas, de su último disco de 2016, o clásicos como Preaching o la indispensable versión de los Rose Tattoo,
Rock'N'Roll Outlaw, sonaron compactos, limpios y fueron el entremés
perfecto al plato fuerte de la noche, Mr. Big.
Mr.Big
21:00h y una sala Razzmatazz casi llena, engalanada con
el logo del grupo al fondo del escenario y un sonido que en todo momento fue
prácticamente perfecto, desde incluso los primeros acordes de ese temazo del Lean
Into It, Daddy, Brother, Lover, Little Boy.
Mr.Big. Foto de fotorobertbcn |
American Beauty, de su disco de 2010 What If y Undertow sirvieron para
hacer vibrar a un público totalmente entregado desde el primer minuto. Alive
And Kicking, cuántas veces debo haber escuchado esa canción en mi vida, dio
entrada al ‘quinto’ e insustituible miembro de la banda, Pat Torpey. Pat
fue un dignísimo acompañante del batería actual, Matt Starr. Es
admirable que, a pesar de su enfermedad, el bueno de Pat siga teniendo
energías como para salir al escenario y que la banda siga contando con él. Como
dijo Martin en The Metal Circus: "Para nosotros Mr.Big
somos Pat, Paul, Eric y yo. Es lo que somos".
Mr.Big. Foto de @feliphone |
Green Tinted Sixties Mind fue otro de los grandes momentos, seguida de Everybody
Needs a Little Touble y The Price You Gotta Pay, que sonó más bluesera
y pausada que cuando la grabaron en 1993.
Tras el imprescindible clásico solo de Paul
Gilbert, sonó Open Your Eyes para dar paso a la eterna versión de Cat
Stevens Wild World. Quizás, en 2017, tengo la impresión de que la
versión y la sensiblera To Be With You las tocan porque forman parte del
guión, pero no se puede negar que consiguen hacer que el público se desgañite
cantándolas.
El enorme solo de bajo de Billy Sheehan dio pasó a los últimos temas de la noche y,
entre otras 1992, Colorado
Bulldog y la propia Defying Gravity fueron el colofón a una noche
redonda que esperamos se repita muchas más veces.
Mr.Big demostraron
seguir siendo ellos mismos: una banda con enorme clase que sigue atesorando
muchísima calidad en todos sus miembros y oliendo a puro Hard-Rock.
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