Mad Season, Ramones, The Rolling Stones…son
muchas las bandas que han sido escogidas para ser interpretadas por el Ciclo Acaraperro. Sesiones organizadas
con muy buen gusto por Manel y Edu y que distan muy lejos de ser la
típica y repetitiva banda tributo.
Para sorpresa de muchos, la banda no siguió el teórico
guion y reinterpretó el disco, a excepción de Time Will Tell, en un orden distinto respecto al trabajo de los de
Atlanta. Un cambio que le sentó de maravilla al show; combinando perfectamente
los momentos más salvajes con los más tranquilos.
The Grassland
Sinners
hicieron suyo un álbum que no muchas bandas se atreverían a tocar. Hay que
tener valor, arrojo y mucho rock’n’roll
en las venas para hacerlo de la manera que lo hicieron. La voz de German, que llegó incluso a esos gritos
ásperos de Bad Luck Blue Eyes, se
vio perfectamente arropada por los teclados de Jordi, el bajo de David,
la batería de Edu y las guitarras de
David y Aleix. Un sonido compacto y crudo
que en ningún momento fue una imitación del original.
Después de un gran inicio con No Speak No Slave y Remedy,
estaba claro que el grupo sabía que iba a ser una gran noche y que la apuesta
estaba más que ganada.
The Grassland
Sinners
ofrecieron una noche llena de magia, que con temazos como Hotel Illness, con Fede
a la harmónica, My morning Song, con
la aparición de Roc de Rodeo Rose y una enorme Sting Me para cerrar, dejaron un dulce
sureño sabor de boca tanto a la propia banda como a un público que llenó la
sala y disfrutó desde el primer acorde.
Una gran velada que remataron regalandonos tres temas
nuevos Help me on Midnight, Burn Your Soul y Ain’t
Better Than South y la excelente Workin’
Around de su álbum de debut Let it
Ride. Gracias chicos por traernos a los Cuervos de vuelta y hacernos
disfrutar con una velada de excelente Rock’N’Roll.
Qué no pare!
Texto: Dani S.García
Fotos: The Outlaw76
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