El escenario discreto
con una iluminación sobria y elegante dejaba total protagonismo a un repertorio
plagado de himnos. La banda, formada por Mark
Tornillo a las voces, Wolf Hoffmann
y Herman Frank a las
guitarras, Peter Baltes al bajo y Stefan Schwarzmann a la batería,
iniciaron el concierto con la arrolladora Stampede, de su último Blind
Rage.
Con Stalingrad pudimos seguir a viva voz
los melódicos solos de un siempre sonriente Wolf Hoffmann, con su reluciente desfile de Gibsons V. Ese modelo de guitarra, en forma de flecha, forma ya
parte del imaginario Accept.
No fue hasta el
quinto tema de la noche, Losers &
Winners, que Accept rescataron un tema clásico. No faltaron las típicas coreografías estudiadísimas y
minimalistas (pero altamente efectistas) por parte de Wolf y Peter Bales.
Otra de las características marca de la casa son los contundentes coros de casi todos los temas .
Hasta ese momento todo fueron temas de sus tres últimos discos. Y es que Accept se sienten muy seguros con el material que han grabado en estos últimos cuatro años, y no es para menos, ya que en estos tres últimos discos hay un buen puñado de buenos temas, llamados a convertirse en auténticos clásicos.
Hasta ese momento todo fueron temas de sus tres últimos discos. Y es que Accept se sienten muy seguros con el material que han grabado en estos últimos cuatro años, y no es para menos, ya que en estos tres últimos discos hay un buen puñado de buenos temas, llamados a convertirse en auténticos clásicos.
Tal es la seguridad
en su nuevo material que basaron gran parte del setlist en sus últimos discos, lo que me parece perfecto ya que
demuestra que Accept son una banda
que no vive de rentas, como algunas
bandas coetáneas.
El tema Teutonic Terror es
un buen ejemplo de ello, ya que la guardaron para los bises y no desentonaba
para nada entre las míticas Balls To The
Wall y Fast As A Shark.
Wolf fue la estrella
indiscutible de la noche. Mark lo
sabe y le deja todo el protagonismo. Nos proporcionó los mejores momentos del
concierto como el emotivo solo de Metal
Heart. El fragmento de Für Elise de Beethoven fue
coreado al unísono por toda la sala fusionándose con las notas de la Gibson V de Wolf, como si de una sola voz se tratase. Otro gran momento fue Princess Of The Dawn con todos los entregados
asistentes confraternizando de nuevo bajo la batuta de Wolf.
La única pega del
concierto, que no me dejó disfrutar al 100%, fue el mal sonido de la Sala
Razzmatazz. No es un problema de la banda, por supuesto, sino de la sala. No es
casualidad que casi la totalidad de grupos que he visto en ella hayan sonado
fatal. Una lástima ya que a menudo el embarullado sonido enterraba la voz de Mike Tornillo y los acoples de bajos fuéron
constantes, sobre todo cuanto más avanzaba el concierto.
A pesar de esta
apreciación del todo personal (los comentarios de la gente a la salida del
concierto aseguraban que Accept habían gozado de un buen sonido) fueron casi 2 horas de
auténticos himnos de metal teutónico.
Una banda que aún tiene mucho que decir y que mantiene la vieja guardia más viva que nunca.
Aquí hay Accept para rato...y mientras tanto ¿dónde está Udo?.
Una banda que aún tiene mucho que decir y que mantiene la vieja guardia más viva que nunca.
Aquí hay Accept para rato...y mientras tanto ¿dónde está Udo?.
01. Stampede
02. Stalingrad
03. Hellfire
04. 200 Years
05. Losers and Winners
06. London Leatherboys
07. Starlight
08. Dying Breed
09. Final Journey
10. Shadow Soldiers
11. From the Ashes We Rise
12. Restless and Wild
13. Ahead of the Pack
14. No Shelter (incl. bass & guitar solo)
15. Princess of the Dawn
16. Dark Side of My Heart
17. Pandemic
18. Fast as a Shark
Encore:
19. Metal Heart
20. Teutonic Terror
21. Balls to the Wall
20. Teutonic Terror
21. Balls to the Wall
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