He de confesar que soy adicto a la lectura de biografías rockeras así que estoy encantado con toda esta avalancha de autobiografías que se están editando esto últimos años.
Esta vez le tocó el turno a "Iron Man: My Journey Through Heaven &
Hell with Black Sabbath" de Tony Iommi, un libro de
lectura obligada para cualquier seguidor de los Sabbath. T.J.Lammers realizó una serie de entrevista a Tony Iommi, que son las que han dado lugar a esta biografía. A lo
largo de 92 capítulos breves (perfectamente hilvanados por el propio T.J.Lammers ) Iommi nos explica sus vivencias personales y profesionales, desde
sus humildes orígenes hasta la última reunión de los Black Sabbath clásicos en 2013.
Es cierto que poco o nada nuevo aporta
a los fans de toda la vida pero el encanto de esta autobiografía reside en
poder descubrir al Iommi más humano.
Un Iommi que se codea con todos los
grandes músicos y hasta con la realeza, sin apenas criticar a nadie y teniendo
buenas palabras para todos.
Son especialmente duros los últimos
capítulos, en los que Iommi narra el
día a día en su lucha contra el cáncer y se desnuda describiendo los sentimientos,
contradicciones y vicisitudes que le provoca esta dura batalla. También es
especialmente hiriente el capítulo dedicado a la muerte de su buen amigo Ronnie James Dio.
Es especialmente cómica la famosa anécdota del Stonnenghe de atrezzo que, por culpa de alguien que interpretó mal las medidas hechas por Gezzer Butler (eso asegura el propio Gezzer. Iommi no se atreve a echarle las culpas a nadie) acabaron con un Stonnenghe de más de 5 metros de altura que no cabía en apenas ningún escenario. Las columnas de cartón piedra acabaron abandonadas en algún puerto americano, ya que les era imposible traerlas de vuelta a Inglaterra. Imaginad la cara de los estibadores cuando encontraron semejantes menhires.
Pero si una cosa se ha de reconocer es
que aquí queda bien patente que Iommi
es un hombre tenaz que, a pesar de que en algunas ocasiones no ha acertado en
sus decisiones, ha sido el único suficientemente comprometido y profesional como
para tirar adelante con dignidad su proyecto de Black Sabbath.
Tras la lectura de libro concluyes que
Tony es un verdadero luchador, desde
sus inicios diseñando sus propios dedales para poder tocar la guitarra, hasta
el final con el cáncer como protagonista.
¿Michael Bolton? ¿En serio? Qué risas, joder. Me lo he de leer, tío; yo también estoy últimamente viciado a las biografías de rock; hace poco leí la de Tyler y bueno, si eres muy fan te la recomiendo, si no, no.
ResponderEliminarUn abrazo, caballero. Tengo mucha curiosidad por ver cuál es, para usted, el músico de rock más grande. Abro debate en mi entrada de Bowie, ¡me gustaría que participase!