Expectación máxima
para ver al nuevo (ejem) Papa Emeritus
III acompañado por sus fieles Nameless
Ghouls. Pocos grupos en la actualidad levantan tantas pasiones y aversiones
como Ghost. O los amas o los odias,
no hay punto medio con ellos. Es innegable que, tras tres discos impecables, Ghost están a día de hoy en su mejor momento
ofreciendo conciertos muy espectaculares, como este de la Sala Apolo en Barcelona.
A ritmo de Masked Ball, incluida en la banda
sonora de la película póstuma de Stanley
Kubrick, salieron a escena los Nameless Ghouls preparados para dar
inicio a la ceremonia. El todopoderoso Papa
Emeritus III fue el último en aparecer dando inicio a la liturgia con Spirit. Las nuevas máscaras de los Nameless Ghouls son elegantes a la par
que inquietantes y, junto a los atuendos de Emeritus III, dibujan una teatralidad impactante e impecable.
Ghost consiguen que
vuelvas a sentirte como un adolescente atrapándote con un espectáculo que parece
salido del mejor cómic pulp de
terror. Todo está milimétricamente estudiado, desde el incensario en Con Clavi Con Dio, hasta las monjas
repartiendo hostias en Body And Blood.
Aunque la imagen es una
parte importante en Ghost el
repertorio de canciones que tienen no necesita atrezzo alguno, ya que poseen verdaderos himnos que fueron coreados
a viva voz por todos los feligreses.
Foto: Xavier Mercadé |
Tras Spirit la ceremonia continuó sin
descanso con From The Pinnacle To The
Pit, Ritual y la contundente Per Aspera Ad Inferni
La euforia se desató
en más de una ocasión con joyas como Cirice,
Absolution o Year Zero que fue uno de los grandes momentos de la noche.
Impagable sentir como toda la sala invocaba al unísono y contundentemente al
maligno con diferentes nombres, con Emeritus
III ejerciendo de perfecto maestro de ceremonias.
La misteriosa Spokesonat daba paso a He Is que fue, de nuevo, una poderosa
demostración de éxtasis colectivo. Esta balada preciosista me recuerda a una
mezcla entre los enigmáticos temas de los Blue
Oÿster Cult setenteros y las melodías pop
de Duran Duran.
Ni Papa Hemeritus III ni los Nameless Ghouls son grandes virtuosos
pero la banda suena compacta, impecable, ejecutando todos los temas a la
perfección. Además gozaron de un sonido extraordinario. Emeritus III cubre sus limitaciones vocales con un carisma
desbordante y, sobretodo, con grandes dosis de humor. Hacia la mitad del
concierto hasta el final Emeritus III se
despojó de sus atuendos papales para reconvertirse en una especie de elegante cabaretista
de ultra tumba.
Se despidieron antes del
bis con If You Have Ghosts, la versión de Roky Erickson que han hecho suya. La frase incluida en la canción les
va como anillo al dedo: "If You Have
Ghosts, you've everything".
Con Monstrance Clock acabó el culto al son
de “Come together, together as a one. Come together
for Lucifer’s son”, dejándonos
con ganas de más.
No creo que nadie
saliese decepcionado tras la catarsis general vivida en la, durante hora y
media, eclesiástica sala Apolo. Uno de los mejores conciertos que he podido ver
este año.
02. From the Pinnacle to the Pit
03. Ritual
04. Con Clavi Con Dio
05. Per Aspera ad Inferi
06. Body and Blood
07. Devil Church
08. Cirice
09. Year Zero
10. Spöksonat
11. He Is
12. Absolution
13. Mummy Dust
14. Ghuleh/Zombie Queen
15. If You Have Ghosts (Roky Erickson cover)
Encore:
16. Monstrance Clock
Crónica aparecida en su día en la revista Rock Popular1:
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