Mark Putterford nos acerca, desde la perspectiva de fan, a la
figura del héroe mestizo irlandés por excelencia. El autor reconstruye la
historia de Phil Lynott a partir de
citaciones de gente tan cercana a Lynott
como Phyllis (su sufridora madre),
los diferentes managers que tuvo la banda, músicos de la talla de Gary Moore, Midge Ure, Darren Wharton,
Bob Geldof, Mark Knopfler, Robbo
Robertson, Eric Bell, Scott Gorham, Snowy White, John Sykes,
Huey Lewis o el ilustrador Jim Fitzpatrick.
Brian Downey, Phil Lynott, Eric Bell |
La parte central
del libro, la concerniente a los
días en que Thin Lizzy consiguió
despegar, están repletos de anécdotas salvajes, divertidas e hilarantes. Son,
sin duda, los capítulos más adictivos. Es en estos capítulos donde se explica la
obsesión de Lynott por apoderarse de las mejores ideas de las
bandas consagradas a las que teloneaban, para así aplicarlas a su grupo con
resultados a veces un tanto dispares. Por ejemplo, para la gira americana de Jailbreak Thin Lizzy abrían para Queen
y Lynott quiso adoptar ciertos
vicios de divo, imitando a Freddie Mercury.
De ahí le vino la idea de desplazar al grupo en limusina. El único problema es
que no les alcanzaba el presupuesto para más de una y viajar toda la banda en una misma limusina, apilando todos
los instrumentos en el maletero que tenían que atar con una cuerda, hacía que
perdiese todo el glamour.
Brian May & Phil Lynott US Tour 1977 |
La anécdota
relacionada con la portada del Bad
Reputation tampoco tiene desperdicio. Phil
quiso contar con la ayuda del ilustrador Jim
Fitzpatrick que, en esos momentos, se encontraba en la ciudad de Madison. Cómo la productora tenía prisa
en editar el disco no estaba por esperar una ilustración de Fitzpatrick, así que Phil pilló un avión y se plantó allí para
concretar rápido la portada con su amigo. Tras unas cuentas horas recorriendo
las calles de la ciudad y llamando a Jim
desde diferentes cabinas telefónicas un desesperado Phil era incapaz de dar con el apartamento de Jim. “¿Pero en que Madison estas?” le preguntó Jim … y es que Phil fue
a Madison (Wisconsin) y Jim se
encontraba en Madison (Connecticut). Y así es como el Bad Reputation acabó sin ilustración de
Fritzpatrick.
Teniendo como co-protagonistas
a personajes cómo Gary Moore, Scott
Gorham o Robbie Roberston, las
anécdotas salvajes no acaban nunca. Una noche cualquiera, tras uno de los conciertos
de presentación del Fighting, Robbo explica que “(…) tras el concierto nos alojamos en un motel donde conocimos a dos
conejitas Playboy. Una de ellas se hacía llamar Star, ya que tenía una estrella
tatuada en su vagina. Una chica muy maja. El caso es que yo intentaba meterme
en sus bragas, mientras Brian Downey miraba un combate de boxeo de Muhammad Ali
en la tele. De repente, Star me mordió la lengua y no me dejaba ir. Tuve que
propinarle un puñetazo en la cara para sacármela de encima. Había sangre por
todos lados. Ella se rebotó y saltó encima mío mordiéndome la frente y llevándose
un trozo de carne, así que acabé echándolas desnudas de la habitación. Estaba aterrado!!.
Como consecuencia tuve que hacer el resto de fotos promocionales con el flequillo
sobre la cara para tapar la cicatriz (…). “
No era de extrañar
esa fama de pendencieros que tenían los Lizzy.
Pensad que Phil era el encargado de
hacer las entrevistas de selección para su equipo personal y la primera
pregunta que hacía era “¿sabes pelear?”.
Lynott nunca perdió el contacto con la calle y cuando explotó el movimiento punk Thin Lizzy fueron de las pocas bandas consagradas que los punks respetaron. En el libro también se
explica cómo Lynott formó, junto a
algunos miembros de Sex Pistols, el
grupo The Greedy Bastards con los
que dieron algunos conciertos por pura diversión.
Cuando la fama llamó definitivamente a la puerta de Lynott
éste no supo gestionarla bien y llevó el tan manido rock'n'roll way of life al límite, sumido hasta el final de sus
días en una espiral de drogas y alcohol. Si alguna conclusión se extrae tras la
lectura del libro es que Lynott no
supo rodearse de buenos consejeros, sobre todo en lo que concierne a sus
adicciones. Los últimos capítulos son realmente devastadores.
El libro señala
las muchas maneras en las que Lynott,
a través de su música, trató de gritarle al mundo su angustia. Canciones como Got To Give It Up, Sugar Blues, Borderline
y Opium Trail son claros ejemplos de
cómo Lynott ponía en sus letras al
fantasma de sus adicciones.
Publicado en 1994
"Phil Lynott: The Rocker"
continua siendo uno de los mejores libros para adentrarse en la compleja
personalidad del gran Phil Lynott. De
indispensable lectura para todos los seguidores de la banda y, sobretodo, para quienes
quieran conocer más sobre la polifacética personalidad de Lynott…are you ready??
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