Quien más o quien menos, durante esta extraña y dura época de confinamiento que nos ha tocado vivir, se ha refugiado en la música. Sin duda ha sido (y es) una gran válvula de escape y un magnífico refugio. Es una buena oportunidad para descubrir nuevas bandas, para escuchar aquellos discos pendientes o para redescubrir aquellos discos que nos han marcado de por vida. Es el caso de Manel Vera, redactor y amigo de este blog, que nos ha hecho llegar pequeñas reseñas de algunos discos que siempre había querido reseñar y ahora ha encontrado el momento y sitio adecuados.
Hoy le ha tocado a todo un clásico de Iron Maiden: Powerslave, publicado en 1984.
Es difícil reseñar un disco idolatrado por muchísima gente, intentaré ser lo más justo y directo ya que esta reseña podría alargarse eternamente.
Año 1984. Iron
Maiden, a la hora de firmar esta gran obra, se encontraba en un momento
pletórico, posteriormente se correspondería este estado de gracia con la
extensa gira del World Slavery Tour y con el posterior disco Live After Death, dónde quedó plasmada dicha gira.
Adentrándonos en
el álbum, no podemos más que asombrarnos con la capacidad creativa que nos
introduce Aces High. Es imposible permanecer inerte ante semejante introducción,
mi canción de Iron Maiden, duelo aéreo de guitarras incluido. Siguiendo las
arenosas líneas de este Powerslave llegamos al momento de tensión que nos
produce 2 Minutes To Midnight, con una entrada que corresponde al A, B, C del Heavy
Metal. Canción básica para cualquiera que se diga conocedor musical de dicho género.
Con Losfer Words
(Big 'Orra) nos encontramos con una instrumental donde el juego de guitarras
nos traslada a una aventura épica. Flash Of The Blade, con una entrada de
guitarras recordada en el film Phenomena de Dario Argento, baja el listón en
cuanto a sus predecesoras, aunque mantiene al oyente atento por su enorme
sentido en el juego de guitarras.
The Duellists nos
sumerge en los juegos musicales excepcionales en una parte central donde el
duelo entre las guitarras y el bajo nos deja preparados para la siguiente
prueba de fuego, dejándonos extasiados por la calidad instrumental.
La acelerada Back
In The Village nos recuerda que estos chicos vienen de la NWOBHM con un
esfuerzo vocal por parte de Dickinson que es de los mejores de este plástico.
Con sentimientos arabescos
nos llega Powerslave, una de las joyas del disco. Todo está controlado,
equilibrado: coros, base rítmica, voz y fases intermedias donde Harris
demuestra porque es uno de los mejores bajistas del género, dejando el camino
abierto a la total expresión de la banda.
Llegamos al final
con Rime Of The Ancient Mariner, el Opus Magnum del disco. La influencia
progresiva es evidente, dando una vuelta de tuerca al género.
En definitiva una
gran obra con algún ligero altibajo, que no desmerece la obra en su totalidad
ya que en cualquier otra banda significaría su propia excelencia.
Texto: Manel Vera.
Casi 40 años después.. .estos Maiden son capaces de retirase y no haber tocado aún en directo The Duellists !!!!
ResponderEliminarCony.. que ahora sois 3 guitarras y la canción tampoco no és super complicada